El aprendizaje para toda la vida, no quiere decir que con lo que aprendiste en la escuela, te servirá para toda la vida. Nada más lejos de la verdad. Como de seguro habrás notado, entre más se acelera el conocimiento, más hechos que dabas por una verdad, tienes ahora qué revisarlos. Ahora hasta el número de planetas del sistema solar nos cambiar o el número de países que aprendimos en la primaria ya es otro, hasta las tablas periódicas de los elementos de química no son ya las mismas que en nuestros tiempos de prepa.
En unas profesiones más que en otras, la obsolescencia de los conocimientos es más rápida, pero lo cierto es que la única forma de que se cotice mejor el servicio que prestas, es que conozcas más del tema, es decir: independientemente si tu profesión es ingeniero, operador de tráiler, fundidor, soldador o médico, tienes que ser ¡perito en la materia!.
Claro, me dirás: “pero es que en nuestro país no se tiene una infraestructura para hacerlo” y tendrás toda la razón, pero si vamos a esperar a que se abran espacios universitarios para la educación o perfeccionamiento del adulto, pues podremos esperar sentados. Revisemos un poco lo que sí está a nuestro alcance; se trata del auto-aprendizaje.
Una de las vías de aprender por uno mismo, es leyendo, pero mientras que el promedio de lectura en México es de medio libro al año, comparado con cuatro horas de televisión al día, pues ahí tendrás una idea de que estamos: -cada uno de nosotros- malgastando nuestro precioso tiempo. A menos que te vayas a dedicar a ser cronista deportivo, nadie te pagará más, por el número de partidos de futbol que hayas visto en tu vida, o por las veces que hayas escuchado con suma atención a José Ramón Fernández, o si eres mujer, que hayas seguido con ejemplar constancia “todos” los capítulos de la telenovela de moda.
Otra queja será: “es que lo libros son muy caros”. Bueno pues ahora, ya ni ese pretexto tenemos hay muchos y muy buenos libros que se pueden bajar de internet.
Además internet, es una magnífica fuente de aprendizaje, hay cualquier cantidad de cursos en línea que a módicos costos nos pueden dar un valor agregado a los conocimientos que cada quien posee. El problema está en que el internet se usa más para chatear o ver cuál es el estatus en Face Book de tus amigos favoritos.
Además con los cursos en línea, se elimina también el factor tiempo pues puedes acceder a cualquier hora y el número de veces que quieras. Te paso una opción que a mi me ha resultado magnífica para el aprendizaje de idiomas es:
ahí podrás aprender o perfeccionar tus conocimientos de inglés, alemán, francés, italiano, y otros más.
Hace poco estuve dando un curso en Mérida y uno de los participantes decía: “yo he tenido que aprender a trancazos” y esa es una magnífica forma de aprender, los norteamericanos lo llaman más elegantemente “learning by doing” es decir: “aprender haciendo” y generalmente ese es el aprendizaje más significativo, pues le encontramos la utilidad enseguida y más rápido comprendemos y aprendemos el contenido de que se trate.
Imagina cual sería nuestro progreso si cada año nos propusiésemos aprender algo que nos beneficie y nos haga cotizarnos mejor en el mercado, a lo mejor aprendiendo otro idioma, o a editar videos para el aprendizaje, o un curso de diseño para nuestras presentaciones, o adquirir nuevas competencias o perfeccionar las que tenemos, afortunadamente el aprendizaje es infinito y puedes hacerlo hasta el último día de tu vida.
Puedes visitar mi página en:
http://www.cidh.mx/
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